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Moverse al Sol

ESTANCIA CREATIVA EN TRASPATIO*
(Mérida, Yucatán)

¿Puedo sentir la energía solar? ¿Entra, sale o me atraviesa? ¿Cómo se mueven las visualizaciones a través del cuerpo? ¿Cuáles son esos gestos primarios que aparecen al acercarme a un libro, un árbol, al aire o la piel?
¿Queremos encontrarnos? Cómo, me pregunto: moviéndonos entre las células y los colores. Así se asoma un nosotros. El mundo es tan vasto e impreciso...

Moverse al Sol se inaugura como un ejercicio sencillo y prolongado de intercambios y contactos físicos, psíquicos, afectivos y energéticos entre seres, cosas y entornos.
Tocarnos y pensarnos mediados por la luz del Sol como guía y sostén.

La experiencia fue el resultado de una estancia en *Traspatio, espacio de consulta libre sobre Cosmos, Arte y Naturaleza, hecho con libros donados
y ubicado en una pequeña sala del Centro de Artes Visuales de Mérida, en Yucatán, bajo la curaduría de Regina Tattersfield.
Moverse al Sol sucedió durante la pandemia, entre noviembre 2020 y abril 2021. Hospedado por Traspatio resultó ser de los pocos espacios abiertos a visitas públicas.
A lo largo de varios meses se propusieron una serie de actividades:
la apertura de una pequeña instalación de dibujos, objetos y materiales de collage en la sala, un performance, charlas sobre las bibliotecas, el libro y la escritura expandida,
un taller para ensamblar un cuerpo cromático hecho de celofanes y la activación colectiva de este cuerpo a las orillas del mar de Chuburná.
Para finalizar, se convocó a una charla pública a un grupo de artistxs escénicos, visuales y gestores que trabajan y viven en Mérida para elaborar juntxs preguntas resonadoras sobre cómo producimos, experimentamos y socializamos nuestros saberes. Y desde allí reflexionar sobre cuál es la situación de lxs cuerpx individuales y colectivxs hoy.

HOJA CURATORIAL

Moverse al Sol por Regina Tattersfield

EL ENCUENTRO CON LOS LIBROS

Los libros como presencias lumínicas, la luz de las imágenes, de la escritura que organiza y dispone formas de ver el mundo. Pensar los libros como filtros y reminiscencias de otros cuerpos y sentidos, de otras formas de percibir y situarse.
El libro como cuerpo contenedor de otros cuerpos, de otros paisajes. Volver a ojear, a tocar la hoja, a olerla, volver al color, a la forma bidimensional para repensar cómo habitarla más allá de la publicación.
La publicación como un ejercicio aún analógico, igual que el gesto de tomar un libro y abrirlo o simplemente cargarlo sintiendo su peso.

Los libros me condujeron a través de la memoria hacia la infancia
La lectura y el dibujo siempre estuvieron cerca uno del otro como formas de estar y de relatar el mundo interno y el mundo de afuera.
Dos libros que me marcaron siempre: Julia, la niña que tenía sombra de niño y Diario del Sol Rojo, escrito por Ori e ilustrado por Joan Miró.

”Julia es una niña que no hace las cosas «como todo el mundo», según le dicen continuamente sus papás: «eres igual que un chico». Hasta que un día descubre que su sombra no es de niña, sino de muchacho, y por ello busca un lugar en donde no tener sombra, y en esa búsqueda encontrará un amigo con el que compartir su tristeza. Publicado en España, en 1980, en la colección La Sonrisa que Muerde de la Editorial Lumen, con el título Clara, la niña que tenía sombra de niño, con algunas páginas censuradas, este libro (editado inicialmente en Francia, en 1976) aparece de nuevo, en su versión íntegra, en el mismo formato en el que lo recuperó Editions Être en 1997, escrito por Christian Bruel e ilustrado por Anne Bozellec, con la colaboración para esta edición de Anne Galland” (citado de internet)

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DIBUJOS
MOVERSE AL SOL

Aparecieron los dibujos como constelaciones de un sentir y pensar sobre otros posibles intercambios.
El clima extremo del calor y la vida solar de este territorio del sureste mexicano se vuelve una fuerza energética vital y también destructiva.
Ese calor y esa luz como conductos de una huella que viaja y deja rastro en los cuerpos, los objetos y las imágenes.
Dibujos de Tania Solomonoff

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el espacio de traspatio y la memoria

Reflexionar sobre el estar cerca de los libros en un espacio que no es la casa, ni la escuela, ni el café, ni el parque y sin ninguna mediación tecnológica,
me devolvió la sensación de estar en compañía de mí misma y con otros al mismo tiempo. Los libros como presencias, como cuerpos-referencia portadores de vitalidades esperando ser encontradas.
Ser tocadas-leídas, miradas-imaginadas, escuchadas-transmitidas….
Poco a poco apareció la lectura, el tiempo de la lectura, el ejercicio psico corporal de la consulta como un oráculo, como un lugar donde es posible recordar.
Decidí recuperar-reciclar registros de familia y de viajes vinculados a horizontes solares como África.
De la labor de escritora de mi madre, quien vivió 20 años en Mérida, tuvo un programa de radio sobre la presencia africana en América (Radio Universidad Autónoma de Yucatán UADY)
y es autora del libro infantil Cine para imaginar. La aventura que nace en Yucatán, y que es parte del acervo de Traspatio.
Y de la labor de fotógrafo y cineasta de mi padre.
La familia siempre vuelve en los recorridos del Sol.
Fotos de Sergio Solomonoff, Mozambique 1978.

Super 8
Visita al Parque Nacional de Limpopo en Mozambique, África. 1979

Audiovisual Super 8 filmado por Sergio Solomonoff y Carlos Solomonoff. Restaurado por el Taller cinematográfico Juan Carlos Moreno. Rosario, Argentina. Aparecen: Zoraida Vásquez (madre), Sergio Solomonoff (padre), Analía Solomonoff (hermana), Carlos Solomonoff (tío), Galia, Julia y Valeria Solomonoff (primas), y Doris Bellman (tía).

Entre 1978 y 1980 vivimos con mi madre, padre y hermana en Maputo, capital de la República de Mozambique a pocos años de que la FRELIMO hubiese ganado la lucha de independencia frente a los portugueses. Salimos de Argentina por la dictadura militar en 1976, vivimos en Francia y después en Mozambique. En 1981 llegamos a México.
Moverse al Sol es una invitación a reflexionar, entre otras cosas, sobre nuestra memoria individual y colectiva. Sobre aquellas implicaciones directas e indirectas en las relaciones y los afectos al haber experimentado contextos y tiempos socio políticos específicos.
La película como luz.

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MOVERSE AL SOL - apertura


Y llegaron maneras de nombrar aquello:

la apertura y sus gestos - disponerse a la memoria - dejarse atravesar por la energía del sol - lo primario - lo primero que llega, lo que percibo apenas - tocar superficies
apertura-superficies - aper.lec.tura - los libros - ante la inmensidad del mundo lo familiar me guía - la ficción - los posibles - un modelo físico distinto - el sol y la creación
mi historia del sol - mi historia solar - cenit - la solarización de la historia de donde vengo - planeta agua-luz - impactar nuestras morfologías en la munda morfológica
cromático kinético - a través de los celofanes - cuerpo colectivo de color - trazar la sombra del color

Hicimos la apertura de Moverse al Sol
La pregunta es al Sol: -¿Qué tal Sol? ¿Cómo te sientes hoy?
La pregunta es al Sol y a mí misma:
-Sol ¿Qué tanto permaneces? ¿Allí o aquí?
-¿Quemas o alumbras o consumes? Me escondo ¿Completa o parcialmente? 
-Esa línea divisoria entre la sombra y la luz ¿Qué significa?
Entonces, espero.
Miro el cielo, frunzo el ceño. Se me arruga la cara y miro mi piel que se encobriza. 
-Sol ¿Qué cambias en mí? ¿Eres parte? ¿Cambias tú o cambio yo?
Y sobre nosotros y nosotras pienso:
-No te vemos cuando estás tan arriba pero cuando vas bajando o subiendo entonces nos sorprendes.
-Se habla de ti. De tu efecto sobre nuestros cuerpos, sobre nuestra temperatura y ánimo.
-Será familiar este vínculo. Parte de mi historia sí. Sí, eres parte de mi historia. 
-¿Qué es el día? Nos enloquece el día, creo que ya no sabemos qué es el día. La luz.
Sí, no sé si es necesario hacer tantas cosas, tal vez con menos es suficiente.
Abrir los ojos, ver. Tocar las superficies, amasarlas. Tocar la luz. Hacer algo donde tú estés implicado o implicada.
¿Eres femenina-Solar? ¿Eres masculino-Sol? No eres nada de eso. Eres siendo, convirtiéndote.
Te escapas.
Entonces, vienen los colores.
Me concentro en manipular, combinar, apretar, soltar, extender, sacudir, posar, empalmar, dejar al viento, dejar en el suelo, colgar. 
El color llena el espacio. Juego con el espacio. El exterior no es lo mismo que el interior. O sí pero del otro lado. Todo cambia.
Mover, movernos, dejar mover.
Y me pregunto por los libros.  También son luz.


Durante la apertura de Moverse al Sol la gente dibujó es distintos espacios, recortó, hizo collages, tomo un libro, un instrumento, conversó, descansó, tomó el Sol.
Aquí se comparten algunas de sus intervenciones.

MOSAICO DE CELOFANES
MOSAICO EN EL MAR

Entonces decidimos hacer algo, un objeto lumínico-cromático-anímico.
Unido de pedazos de colores combinados previamente en pequeños grupos, vecinas y vecinos, proximidades. Se hicieron composiciones con celofanes que se unieron entre sí, una y otra vez.
Se hizo un largo, ligero, tenso y maleable y translúcido objeto, colectivo, portátil y desplegable. Lo llevamos al mar de Chuburná en la costa de Yucatán, una tarde. Nos movimos con el viento, la arena, el océano y el Sol. 

Y al Sol le produjimos, le provocamos, le consultamos.
Nos acurrucamos al final del día envueltas y envueltos por el color calentado y descansando de tanto reír y caernos. Nos despedimos.

Fotografía Octavio Soto / Dibujos Tania Solomonoff

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