GESTOS PARA
LA TIERRA

Gestos para la tierra es un proyecto creativo colaborativo resultado de una serie de intercambios entre mujeres del campo y la ciudad.
Mujeres que se encuentran a través de sus cuerpos, costumbres y labores, utilizando el movimiento, el dibujo y el bordado para establecer lazos de amistad.
A modo de coreografía expandida el proyecto es una investigación-creación que atraviesa las relaciones afectivas, las prácticas de cuidado, la corporalidad y las gráficas sensibles.
La propuesta se llevó a cabo durante agosto y octubre del 2021, en dos localidades ubicadas en el Estado de Yucatán, al sureste de México.

Participaron Rosaura Peraza Miranda y Flora Chan Bacab, bordadoras y meliponicultoras de Maní, una pequeña población rural con fuerte presencia de maya hablantes.
Invité también a la bailarina Melisabel del Carmen Correa Rodriguez, nacida en Panamá y quien hace muchos años vive en Mérida, la capital del Estado.
El proyecto tiene varias etapas y capas.
A pesar de que se produjo en un período relativamente corto, la experiencia, desde el inicio, se convirtió en un diálogo lúdico en torno a los afectos
y su huella sensible en los cuerpos y en los bordados.
El resultado fue una serie de 28 bordados realizados a máquina por Rosaura y Flori.

Los bordados pueden ser utilizados de distintas maneras, en conjunto o individualmente, a modo de imágenes, objetos o escritura expandida,
dependiendo del contexto y de la intención que se les quiera dar. Se crearon de un modo distinto al tradicional, siguiendo patrones resultado de las exploraciones corporales,
dibujos y conversaciones que tuvimos.

Mi intención ha sido, de algún modo, irrumpir con el mayor cuidado posible en la realidad de todas estas mujeres, para hacer lo que habitualmente hacemos: bordar y bailar.
Ha sido una invitación a mirarnos y vernos reflejadas -o no- unas en las otras, asumiendo que existen claras diferencias y distancias entre nuestras estéticas, creencias, entornos y modos de vida.
Finalmente, Gestos para la tierra es sobre mujeres y amigas, que al encontrarse, moverse, mirarse y escucharse crean trazos y lazos
sobre distintas superficies y materialidades: la voz, la piel, el papel, la manta, el jardín, la toronja o la casa.
Los trazos coexisten en cada uno de esos lugares, devolviendo al gesto otros gestos, otros sentidos y otros usos en un diálogo infinito de vínculos que van y vienen.

 PUBLICACIÓN DIGITAL DEL PROYECTO
(Digital PUBLICATION)
GESTOS PARA LA TIERRA

https://bit.ly/Gestos_Mexico
documento resume la investigación, el proceso creativo y humano implicados en el modo en que los bordados fueron diseñados y producidos por Rosaura Peraza Miranda, Flori Chan Bacab y Tania Solomonoff.

Idea original y realización / Tania Solomonoff,
Realización de bordados / Rosaura Peraza Miranda y Flora Chan Bacab,
Creación de dibujos bordados / Rosaura Peraza Miranda, Flora Chan Bacab y Tania Solomonoff,
Pintura de bordados / Elena Chan Bacab , Costura de bordados / Alicia Campos Cetina,
Colección de dibujos / Tania Solomonoff Bailarina / Melisabel del Carmen Correa ,
Cámara / Octavio Soto, Rafiki Sánchez, Atocha Crespo,
Edición / Octavio Soto y Atocha Crespo,
Fotografía / Octavio Soto, Rafiki Sánchez y Tania Solomonoff,
Diseño editorial / Diana Langarica Producción / Rafiki Sánchez

Foto Rafiki Sánchez

EL BORDADO

Conversaciones en torno a los bordados y el pedido por Rosaura Peraza Miranda, Flori Chan Bacab y Tania Solomonoff
Ahora, pasado el tiempo, entiendo que los bordados son trazos que reflejan estados de conciencia y que requieren una concentración y atención meditativa.
El momento de bordar es un tiempo de intimidad para la mujer y un espacio de recogimiento muy preciado.
Me gusta pensar que las superficies al irse bordando expresan un sin fin de movimientos de manos, ojos, piernas y columnas vertebrales.
Y así, a medida que las telas pasan de mano en mano, de cuerpo en cuerpo, se suman otra infinidad de gestos acumulados.
Me refiero que para que el bordado cobre vida se ejercen en él particulares apoyos y contactos
acompañados de vibraciones y cambios en el tono muscular. Por ejemplo, el sacudimiento telúrico de la aguja y los hilos cuando entran y salen.
Esa vibración es pura energía y conciencia. 
Grabación y edición de video Octavio Soto

DIBUJO Y CUERPO

Exploraciones corporales y dibujo por Rosaura Peraza Miranda y Tania Solomonoff
Durante hora y media exploramos movimientos libres en torno al bordado y la siembra. Hicimos visualizaciones de algunos órganos como corazón y pulmones, además de explorar los huesos y los fluidos corporales.
Fue una invitación a ceder a la tierra y, desde allí, crecer y expandirnos hacia el espacio. La consciencia corporal es más que una herramienta,
es una cualidad psicoemocional que nos conecta al mundo y con otros seres vivos a través de la sensibilidad.
Para quienes trabajamos en procesos de creación e integración sabemos que abordar la vida con mayor consciencia favorece el aprendizaje significativo y la resiliencia.
Y bajo una guía cuidadosa, nos hace capaces de evocar memorias profundas de un lenguaje universal.
Grabación de video Rafiki Sánchez y edición Atocha Crespo

EL DIBUJO

Acción de dibujar a ojos cerrados por Rosaura Peraza Miranda y Flori Chan Bacab
Buscaba despertar una sensibilidad particular que pudiera acercarme sutil, simbólica y formalmente a las creaciones de Rosaura y de Flori.
Encontrar criterios compartidos con los cuáles poder dialogar. Necesitaba entender qué bordar y para qué.
Aparecían preguntas como ¿Qué figuras bordar y cómo organizarlas sobre la manta? ¿Qué colores y trazos serían pertinentes hacer?
¿Qué dimensiones y cuántos bordados se producirían? ¿De qué manera los cuerpos tendrían posibilidad de interactuar con ellos? 
Fue así que, entre otros ejercicios, les propuse hacer un dibujo con ojos cerrados. Algo simple pero inusual: escuchar, imaginar y trazar sin ver.
Cada una hizo un dibujo a lápiz de pequeñas imágenes que les fui nombrando, poniendo el foco en la percepción interior.
Una flor es una flor, pero una flor creada a través de la introspección no resulta ser cualquier flor. Con los ojos cerrados el cuerpo cobra otro tono y el gesto otra dimensión.
Se pierde cierto control sobre el trazo y aparece la posibilidad de dejarse guiar por la sensación.
Grabación de video Tania Solomonoff y edición Atocha Crespo

EL JARDIN

Acción de dibujar la vegetación del jardín en la espalda por Rosaura Peraza Miranda y Flori Chan Bacab
La tierra somos nosotras, nuestros cuerpos -físicos y energéticos- conectados con el suelo que nos sostiene y acompaña, el lugar al cual podemos volver siempre
a través del contacto de nuestros pies, manos, mirada, respiración. Venimos de la tierra, somos la tierra y todo lo que producimos también.
Los gestos son nuestros haceres y movimientos que acompañan.
Son todo aquello que dibuja nuestra existencia, aquello que se traza en pro de los lazos que nos hacen bien.
La amistad es el resultado del paso del tiempo de muchos gestos que nos nutren y reúnen.

En el contexto de nuestro encuentro, me pareció amoroso y juguetón que mis amigas bordadoras y meliponicultoras dibujaran sobre mi espalda.
Al inicio pensé en un paisaje o en alguna imagen que ellas quisieran evocar pero después, de manera consensuada, decidimos que el dibujo sería un reflejo del jardín de Flori.
Los jardínes son espacios que se observan, incorporan y pintan en los bordados tradicionales. De algún modo se borda el mundo que se percibe.
Así que nos juntamos en el jardín, entre las matas de toronjas, puse una sillita y en plena tarde de un día maravilloso me pintaron.
Fotografía Rafiki Sánchez
Grabación de video Rafiki Sánchez y edición Atocha Crespo

LA EXPLORACION DE LOS BORDADOS

Exploraciones corporales de los bordados por Melisabel Correa Rodríguez
La última etapa de Gestos para la tierra fue la incorporación de Melisabel Correa Rodríguez al proyecto, amante del movimiento y terapeuta.
Meli y yo nunca hemos trabajado juntas pero hace un tiempo que queremos encontrarnos e intercambiar saberes y prácticas. Ambas venimos del campo de las artes vivas y de la salud.
Para poder profundizar en la exploración corporal de los 28 bordados, previamente, le compartí dibujos e imágenes del proceso.
Le conté sobre el proyecto y la experiencia con Rosaura y con Flori en Maní, y, finalmente, le di los bordados para que se los llevara a casa.
Tuvimos un par de largas conversaciones en torno al cuerpo, la energía, los afectos, el cuidado y nuestro momento creativo.
Durante una sesión de improvisación Meli colocó y activó cada uno de los bordados dando lugar a su propio relato.
En algún punto pude percibir la sutileza de sus movimientos y, sobre todo, una gran capacidad de escucha y resonancia.
Grabación y edición de video Atocha Crespo
Fotografía Tania Solomonoff

EL ORIGEN GRÁFICO DE LOS BORDADOS

Después de visitar el material acumulado hasta el momento, finalmente, recuperé los trazos a lápiz y con ojos cerrados que habían hecho Rosaura y Flori, más una serie de dibujos míos.
Repetí la acción de digitalizarlos, recortarlos y combinarlos para crear patrones híbridos. El resultado fue una mezcla de formas abstractas y figurativas hechas por las tres.
Algunas estaban asociadas a las imágenes evocadas durante la introspección: la respiración por todo el cuerpo, el rojo, la abeja con polen, las tortillas, la ceiba, el fuego…
Mientras que las nuevas formas pertenecían a mis antiguas colecciones de dibujos y estaban totalmente descontextualizadas.
La desorientación nos empujó a jugar con la libre interpretación y traducción de las figuras, y a pensar en qué tipo de relatos podrían surgir de todo ello.
La posibilidad de construir un relato me interesaba particularmente y fue así que propuse bordar cada una de las imágenes por separado, para después poder acoplarlas y constelar con ellas.
Tomé estas decisiones guiándome por dos consignas básicas: la primera era que en los bordados estuvieran presentes los trazos de las tres y,
la segunda, era que los cuerpos tuviesen oportunidad de manipularlos interactuando y combinándolos libremente.
A este conjunto se le sumaron otros más: los bordados de las frases y la gran manta.
Dibujos Tania Solomonoff

LOS 28 BORDADOS

Bordados hechos por Flori Chan Bacab y Rosaura Peraza Miranda, y pintados sobre manta por Elena Chan Bacab de Maní
Los dibujos son de Rosaura, Flori y Tania.
Los bordados son materialidades con las cuales seguiré investigando colaborativa y transdisciplinariamente en otros contextos.
Pienso en su nomadismo y movilidad, yendo de un lado al otro; en su activación a través de talleres con gente de distintas edades, en entornos rurales y urbanos;
como propuesta artístico-pedagógica o como obra instalativa. Me interesa que estas materialidades puedan configurarse en el cruce entre el arte relacional,
la educación ambiental y la performatividad. Pienso en que, en principio, podrían ser exploradas por la comunidad de Maní, estudiantes y colegas de las artes vivas, entre otros.
Fotografías Rafiki Sánchez

LAS FRASES

He hablado poco de las frases. Son oraciones que escribí durante mis estancias en Maní y en otros lugares.
Hablan de pequeñas y grandes ideas o temas: el tiempo, el cambio climático, el movimiento, los vínculos, los estados contemplativos.
Una de ellas surgió al recordar el meliponario de Flori y a las abejas que entran, salen y dan vueltas esquivándolo todo -sin picarte- hasta llegar a la entrada de su colmena.
Dice: ALREDEDOR DEL ORIGEN
Frases Tania Solomonoff
Bordados Rosaura Peraza Miranda
Fotografías Rafiki Sánchez

LA GRAN MANTA

Exploraciones corporales con Rosaura
Gestos para la tierra
es un laboratorio, un experimento vivencial que busca involucrar cuerpos, ideas y sentires en un diálogo constante entre bidimensión y tridimensión.
La acción de portar y posar los bordados -en distintos lugares, alturas y planos- para crear situaciones y relatos específicos, ha estado presente desde el origen del proyecto.
El gesto de marcar una superficie y después manipularla convoca distintas cinestesias. Primero la del cuerpo que se mueve, desplaza y reposa para dibujar.
Y después la impresión de un sin fin de movimientos posibles que aparecen al activarla. Los bordados son objetos a los cuales inyectar energía vital, pensamiento y sensibilidad, pues así fueron creados.
En la tradición de los pueblos ancestrales la vestimenta adorna a quien la porta, habla sobre su identidad y rol social.
La intención de los bordados es que evolucionen. Que puedan ir cambiando de función y espacio y que a la vez continúen ligados a un origen.
¿Cuál origen? ¿Cuál evolución? Esas son preguntas para seguir investigando y conversando.
A este punto necesitaba un piso, un territorio común donde cohabitar. Ese piso serviría para acomodar individual o grupalmente los bordados, o bien, como un gran dibujo independiente y solitario.
También podría ser útil para abrazar a alguien, conversar o acostarse en él.
Un día invité a Rosaura a realizar juntas una serie de movimientos e improntas sobre una manta de 2m x 2m.

No puedo afirmarlo, pero presiento que cada uno de los movimientos que suceden a través del bordado y el dibujo también expresan intenciones.
Y como en la vida misma, en algunos casos las intenciones pueden ser visibles o invisibles. Los seres y los cuerpos que se implican sobre una superficie lo hacen en su dimensión física y concreta,
pero también se suman su aspecto simbólico, emocional, orgánico y su manifestación energética.
Entonces, aparece una escritura explícita e implícita, una especie de alquimia hecha de plantas, hilos, colores, golpeteos, apoyos, estiramientos, pliegues,
lluvias, manos, familia, voces, hamacas, formas y sentires. 

Hay algo que habla, diciéndome:
-Pasa, pasa
-Hola, aquí estamos haciendo nuestras cosas
-¿Tú cómo estás?
-¿Qué nos cuentas?
¿Quieres que hagamos lo que dijimos?-
-Vamos a ver a Flori
-Hoy rezo
-Sí, está bien si quieres venir
-¿Hasta cuándo te quedas en Maní?
-Primero Elena pinta la tela y después nosotras bordamos
.....Y así.
Dibujo Rosaura Peraza y Tania Solomonoff
Bordado Rosaura Peraza Miranda
Fotografías Rafiki Sánchez